Esa infusión que me tomaba todas las mañanas, mientras realizaba alguna tarea, con solo ponerla un poquito de azúcar y mirarla, cogerla con ese calor que desprende, olerla… que sensación de paz y lo rica que me iba a sentar, tenia todo…
Pero las infusiones se agotan, se gastan, y se compran más y de distintos tipos, pero como la que te gustaba desde un principio no hay y es muy difícil volver a tomartela y saborearla gustosamente.
Menudo placer….
Anuncios
Responder